miércoles, 1 de abril de 2009

Del lugar del almendro


Un estremecimiento me ha recorrido al alba

como el viento cuando mece las hojas del rocío inquieto.

Una cortina se cruza en el horizonte y me adivina

Ya llega al camino de la puerta eterna

se abre para dar refugio al alma querida

Lágrimas entonadas desde el dolor

me llegan sin saber del lugar de la flor

La tierra tiembla y el corazón se agrieta

El sol se oculta tras la brisa de la penumbra

el alma se renace entre luces de plateadas cohortes

se vuelve y nos abraza

nos mira y nos ilumina

Bondad y ternura en sus letras

los almendros engalanan sus flores de rosadas aureolas

sus aromas despliegan para siempre su estela

vas al Amor, allí te espera

Amor con amor que vela

Una plegaría sencilla entonada con dulce melodía

cautiva las lágrimas de la despedida.


1 comentario:

Mónica dijo...

¡precioso! desde la música suave a las letras.

bsss