lunes, 29 de diciembre de 2008

He visto la tierra

He visto la tierra llorar,

los cielos sangrar,

los desiertos llenos de carros de metal,

soldados fundirse en caminos errados,

naciones donde sólo hay oscuridad,

donde los niños sufren la pesadilla

de la neciamente llamada humanidad.

He vistosos ríos sucumbir buscando cobijo,

las fauces del mal agrietar las nubes,

al hombre llorar por la maldad de su maldad.


Pero tiempo vendrá que todo esto cambiará,

el mal sucumbirá de nuevo,

y ante tanta maldad,

Él, la Luz, triunfará,

y las almas de los niños,

donde los budas sucumbieron,

volverán a respirar

a andar, a cantar de nuevo,

y sonreirán.


Renacerán de las manos

de los hermanos en el cielo.

Mostrarán la luz que toda maldad barrerá,

y que nada ni nadie podrá objetar.


La ciudad de los niños,

abrirá sus puertas

para en ellos poder habitar,

Y nadie más podrá recalar,

sólo los niños y niñas

harán fructificar la semilla,

Que un día echará a andar

Y la ciudad de Dios

volverá a centellear.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Aun cuando la oscuridad aceche,
y la maldad gobierne, Tú,
Luz del universo,
nunca me abandonas.



Gracias
sin ti
no soy nada,
sin ti
no viviría,
sin ti
podría sucumbir.



No puedo, ni quiero pronunciar tu nombre,
donde lo afrenten algunos hombres,
no quiero hablar tus palabras
donde no lo quieras,
pero su latido siento a tu lado,
diálogos en silencio
en los que me prodigo.



Tu nombre es encuentro
tu nombre es viento
tu nombre medito
tu nombre escondido
Tu nombre es el nombre
tú único nombre
si te descubres
en ti me descubro.