Dentro de Tu luz
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Tú blanca luz
Me hablas en silencio
Habitas dentro
Me acerco a la cruz
viajo en su luz
acaricio su piedra
me enciende su fuego
su tacto es una tea
vuelta a mi su faz
deslumbra luna llena.
Iluminado por tu luz
esta amanecida
te presiento cerca
en tu luz me desvanecería.
Vaciarme de la nada,
llegarte a abrazar
dejarme a mi mismo
cuneta en mano
cuerpo desprendido
alma entregada.
¿podrías acogerme a tu vez…?
¿podrías?
Me apremio a Ti
como Tú deseas
no procuro nada
me desanudo de la tierra
elevas mi ser al alba.
El amor es una llamada incondicional a la unión mística de dos almas, que partiendo en un principio solas desde su nacimiento, se encarnan en unos cuerpos y mentes y se aman sin saberlo, y sin apenas creerlo.
En su infinita sabiduría Dios nos ha unido por alguna razón, por alguna causa que nos es velada a nosotros y desvelada a nuestro corazón.
Solos los dos en el amor sin ser condición de amor, ni cuerpo, ni mente, ni morada, ni nacimiento.
Solos en el universo de nuestra realidad, que aunque adverso en su fulgor, encuentra en nuestras almas su mejor camino para manifestar el mas secreto de todos los enigmas que es la vida en el amor por amor, sin nada mas que amor, sin lugar, sin azar, sin destino, sin habla, sin género, sin nada mas que el amor de autenticidad.
La verdad última entreabierta de nuestra existencia, espacio temporal y la única realidad imaginada que es innegable, una vida en la savia de la verdad, una puerta a las estrellas, una nueva fortaleza, una nueva ilusión, un nuevo universo, donde nunca existió, ni existe, ni existirá el dolor, el mal o el calor fingido sin amor.
Apaga los deseos de la mente
y hallarás la felicidad del alma.
Apaga los deseos del cuerpo
y el alma te dará la verdadera felicidad,
Pues sólo en el alma
se halla la simiente del júbilo
que la vida material siempre nos negará.
Prendido del pétalo de un camino
andaba una eternidad sobre sus hombros
sondeaba el viento con sus ojos fijos
y soñaba con los brazos de la pradera
que una noche le tendieron en la tierra
Lloraba perdido sin saberse olvidado
cantaba con su llanto en la noche azul
como su cuerpecito surgiendo de una aurora
clamando al cielo por su victoria.
Ahora tantos años después
su vida se balancea de abismo en abismo
y su mirada se pierde el revés
su vida se cierne entre susurros tristes.
Ya llega la hora de partir
y no quiere hacerlo sin ti
ya llegó la hora de concluir
y consumada su vida se inclina
hacia el Todo que le llevó
y su vida abrumada en un infinito dejó
descansando en el rellano de una estrella.
Ahora ya no le queda más que seguir la senda
pues el camino se muestra en la aurora
cuando los bosques inclinan sus ramas
para mecerse al viento de sus pasos
recogiendo sus palabras en un cuenco
vierte la poca sangre que aún le queda.
Del sol nacido
De la tierra acogido
De su voluntad hijo
sólo Tú eres
El que Es
y de Ti me llegan
los susurros
que he de verter.