lunes, 29 de marzo de 2010

Plegaria


(foto Carver)


La plegaria de la noche más oscura y fría
en la que nos dio la luz de la vida,
lágrimas de fuego ensartadas
en ensangrentadas mejillas
dolorosamente sentidas
en la humilde alma de su vida.

Dio todo su ser al alba de su partida,
amó hasta el final
con el dolor del Padre que todo lo cuida,
hasta la misma tierra lloró de amargura
la culpable atrocidad de nuestra locura.

Abrió sus manos a nuestras vidas,
nos iluminó por dentro
para que supiéramos de la verdadera vida,
derramó todas las palabras de su verbo
en una sencilla plegaria
bajo las tibias hojas del contemplado olivo
y asió con fuerza su amor
para descenderlo hasta nuestras vidas.

Su última mirada
fue clavada en la cima
de una tosca montaña
y sus manos abiertas
por el desgarrado sufrimiento
de vernos perdidos entre tanta locura.

Nos dio su vida y su perdón,
su sufrimiento y su oración,
su espíritu y su saber,
nos guió hacia él y nos abrazo,
y nos habló desde el infinito
para que le conociéramos a Él.

Contemplamos ahora su hazaña
y abrazamos su plegaría,
su camino nos muestra la vida
y sus palabras son testigo de tolerancia.

Siempre te amaré
y elevaré mi plegaría
para que tu perdón
a todos nos ame.

tu Espíritu descienda
sobre nuestras verdes praderas
y cultive en nosotros
la vida verdadera..
Amor de Padre,
amor de Hijo,
amor en Espíritu
que siempre nos llega,
nos ama,
nos reconforta
y nos guía
entre tantas almas
que ciegas apenas ven tu pradera.

Ven Señor Dios y Padre
y perdona nuestra torpeza,
nuestra crueldad,
nuestra innobleza
y falta de piedad y amor,
porque somos tus hijos
y queremos seguirte por siempre
en tu bella pradera.

Puerta de la vida
que lucirá por siempre
entregada a nuestra existencia.

sábado, 20 de marzo de 2010

Blanco estéril


Blanco estéril,
asombra su aparente futilidad,
sombras que se desvanecen
asombra su afectada inutilidad,
la nada
es la no búsqueda del ser
el Todo está ahí
en la cara vista de las manos
expuestas libres sin arar.

Entregada mi alma
ya nada me puede
ni la sombra oscura
ni el abismo de la nada,
rehuyo de la nada,
recluyo mi ser en el Todo,
en la soledad compartida
de las almas puras,
almas que deambulan,
que cierran sus ojos para orar
y abren su corazón al más allá.

Sin la nada
brotará la primavera perenne
que nada debe ocultar,
mostrar al Todo
 la faz inequívoca de la vida,
sin nada, sin la nada.

Contemplar al Alma de almas
acoger con calor
la fría noche que nos alberga
y ahuyentar sin más el mal
a la oscura imperfección,
a la nula nada que objeta el todo ser,
la faz de la paz del amor sin más,
del amar sin más.

Plegaría solitaria como el nacer,
plegaria en soledad sin olvidar,
plegaría de almas
que renuevan cada instante de vida,
de las vidas
que nada alcanzan sin amar,
plegaría sin más.


viernes, 5 de marzo de 2010

La voz que sosiega






Bellos y sentidos anhelos forman las gotas de rocío y brisas que anidan en tus sueños cada mañana.

Cuan alta está la estrella que nos guía para poder ver su luz y seguir su senda sin tropiezos ni angustias.

Así de sencillo es el rocío que enhebra todas sus lágrimas entre luceros y auroras y despierta en tus ojos cada mañana.

Bellos y efímeros hálitos de rocíos y brisas son los que atraviesa el alma, cuando el reloj del silencio alumbra la sombra de un Ángel que asoma por la ventana.

Así de sencillo es creer que hay vida en la vida sin siquiera sentir su huida, sin siquiera sentir la mentira de lo que nos habita y nos ilumina sin luz verdadera.

En el silencioso retiro de una palabra nunca escrita, escucho el anhelo que quisiera despertar de su encierro.

Ya nada queda por hacer sino es por ser lo que seré siguiendo su estela, su mano dulce y la voz que sosiega.