Sufro con el corazón en la mano
sé que la tierra me llevará un día
mientras tanto una oración sonará al viento
una sola oración por el perdón de mis faltas.
Sufro con la sangre en mis venas
sé que la vida siempre es amada
mientras tanto las oraciones me llevan a su lado
y su mano me abriga de la fría y helada estancia.
Tus palabras me resguardan de lo incierto
las llamas me vencen en el alma
son tus palabras las que pienso
son tus manos las que presiento.
Sufro con las lágrimas de un lamento
sufro por el amor que a veces no entrego
pero mis manos te buscan en lo incierto de la fe
y la esperanza se estremece por mis adentros.
Te presiento lejano de mi
te presiento cercano en el alma
te presiento cada vez que te imploro
y me acunas cada vez que derramo mis lágrimas.
Ten mi amor y toma mi vida
no alejes de mi tu aroma a incienso del cielo
toma mi alma y mi cuerpo en alma
pues todo te lo debo a ti
y nada me queda sin tu Alma.
Haz que de cada lágrima surja una flor
y de cada lágrima en flor una espada
que la espada sea una rama en flor
y la flor el amor de tus palabras.
Que la luz anegue la oscuridad que me acompaña
que tu mano meza mi tristeza en el alma
que nunca nadie seque sus lágrimas por mi desgana
que nunca las Luz de tu Luz se seque en mi alma.
Dame tu mano
dame tu oración sagrada
dame tu alma en mi alma.
Que nunca se seque mi alma
que nunca me falte tu fe
que nunca me falte tu amparo
que tus alas sean mi alba.
Toma, Señor mi alma
mi vida y mi oración
porque yo no soy nada
si a tu lado mi alma no anda.