viernes, 6 de febrero de 2009

06/02/2009


Hay momentos en que la duda se cierne sobre las olas del destino pensativa y cabizbaja, deletreando cada momento vivido, cada palabra otorgada, cada mirada de paz lanzada al vacío, cada estruendo que recorre las venas y las llena de vacíos inconmensurables.

Hay momentos que desearías que la vida no se detuviera en las almenas de los ojos, inescrutables en el desamparo. Que las aves fueran siempre blancas y azules, que las nubes siempre nos trajeran vida en forma de gotas cristalinas de vida, que los relámpagos fueran fuente de felicidad y no de fuego.

Siempre hay momentos que quisiera ser menos que nada y ascender por las volutas de mis propias cenizas, como susurrantes peldaños de angostos y perdidos pasados.

Memorias que deben dejar de ser para reaparecer nueva savia de flor en vida, nuevas formas de mar que el amor nos dará con sus eternas dudas envueltos en olas.

Hay momentos en que las sombras palidecen ante las causas de lo que del universo nos llega, formas de nacimientos de nebulosas y exquisitas luces de antaño.

Hay momentos que todo da vueltas y vueltas, y mas vueltas, para ir a secar las lágrimas en la alegría del revivirse por dentro y por fuera, dejar de lado las latitudes de lo que no se puede añorar, y abandonar lo no es deseado sentir.

Siempre quedará lo que del alma nace, en las letras escritas a fuego en nuestro mas intimo fuero, en nuestra mas intima conexión con el Espíritu.

Palabras que deberemos hacer nuestras con libertad y sin sumisión, con entera lealtad y sin ningún atisbo de maldad. Palabras de palabras sagradas, palabras de vida y amor, de búsqueda de lo inevitable, de encuentro con la seguridad de que algún día deberemos abrirnos de par en par, y mostrar que semillas hemos hecho brotar de nuestras manos en nuestro corazón, en nuestra vida, con todos los que nos rodean, con todas las cosas que nos han dado para caminar, ver, leer, sentir, amar, abrazar, besar, ser en definitiva parte del único Ser que nos muestra, que aunque no queramos podemos vivir en paz.


4 comentarios:

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Carver.... es sublime, me encanta como transmites, por lo menos a mi me llena lo que escribes....
Muchos besos y amor
je

Carver dijo...

Gracias Sede, por tus amables comentarios.

abrazos

Giuditta dijo...

...ser menos que nada y ascender por las volutas de mis propias cenizas... siempre quedará lo que del alma nace en las letras escritas a fuego

Hermoso rescate del sentido de las experiencias.

Besos cariñosos

Carver dijo...

Son los brotes del alma los que anidan en las palabras del alma.

besos giuditta