La Palabra anduvo sola
pensativa y cabizbaja,
La Luz la seguía
alumbrando su morada.
La Luz se volvía
y todo lo que abarcaba,
con sus manos moldeaba
lo que nacía del alma.
la poesía se agitaba
con sonrisa evocada,
de haberse visto envuelta
y con letras fraguada.
La Palabra Le seguía
mientras hacia todas las cosas,
recorría caminos de tiempos
renaciendo olas de incienso.
Él me miraba
y yo le seguía,
ahora le miro
y él me guía.
Luego anduve transpuesto
sin rumbo cierto,
de espaldas caminando
con ojos atento.
Ando solitario
caminando y deshojando,
tiempos me alejan
de lo que ya no queda.
Sus manos me esculpen
y su cincel me habita.
Sonrisas y cantos
descansan en mi barro.
2 comentarios:
Es bueno sentir que una Luz nos mira y nos guia...para a la vez mirarla y seguirla. Prender los inciensos y que todo se renueve, dejando atrás el pasado y descansar...
Un abrazo
mj
Manos para esculpir el barro que apenas somos.
Inciensos con aromas suaves, tal vez intensos, para acompañar el alma en su camino y transitar...
Un beso
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