domingo, 17 de mayo de 2009

Cada día que pasa...



Entre esas estrellas invento cada día, para que el llegar de la noche pase rauda y al despertar, cada rincón se llene con luz, de su luz ambarina y se asome a mi ventana. Poder escribir todas las letras bajo el peso de su amparo, estrechar lo que nos deja este mundo que observo, rodear la mente y dejar a oscuras la mentira que anida en cada techo.

Son muchas las voces que escucho, muchos los ruegos que nacen sin tregua, ni recuerdo, muchas las manos que tienden sus sonrisas al basurero del mundo, al estiércol que los hombres han derramado por el mundo entero.

Venenos que salpican a las criaturas más alegres y desvalidas que jamás haya visto. Entre poemas y versos no puedo dejar de verlos, como se santiguan y dan gracias por cada momento, sin tener tan siquiera nada dentro.

Esta humanidad que perece cada momento que pasa y en cada lamento que no se escucha, cada día que surge del negro, del oscuro reino de la desolación que anda baja palio de la modernidad y las armas de la guerra, corazones de piedra que abarcan todo nuestro universo y plantan en nuestra tierra solo tiestos, sin plantas ni aliento.

¿Cuándo cambiará todo esto? ¿Cuando vendrá tu reino?. Si ya está aquí, muéstranos el cielo.


1 comentario:

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Bello carver
besoso y amor
je